Ideotopo Omega
El ideotopo omega corresponde al sujeto omega, es
decir, al que realiza la función de observar el texto. Está constituido de los
elementos psico-biográficos de la persona del observador, y de todos los
componentes contextuales que han podido influirlo. Con base en estas
distinciones, Ezquerro distingue una peculiaridad en estas funciones:
Un caso muy peculiar es el del sujeto productor que
asume sucesivamente la función A y la función. Evidentemente, un sujeto único
no puede poseer dos idiotopos diferentes, sin embargo, puede asumir alternativamente
una posición de productor y una posición de observador. Así se evidencia la naturaleza
funcional de los sujetos A y Omega : representan posiciones que pueden ser
asumidas por una persona única o por una multiplicidad de personas,
indiferentemente.
En conclusión, el componente cultural del idiotopo
del observador es obviamente muy importante en el trabajo de descodificación e interpretación
del texto que desempeña el sujeto omega. De este modo mientras más haya leído
el idiotopo omega mayores modelos de referencia tendrá, al mismo tiempo podrá
asimilar todo lo novedoso porque un texto nunca es enteramente nuevo.
Sujeto omega
Ezquerro sostiene que la
forma primera del sujeto es el desdoblamiento del sujeto A. Durante el proceso
de producción, el sujeto A se desdobla en un sujeto observador del texto que
está elaborando. Por lo tanto, el texto es portador de una función que puede
ser asumida por cualquier sujeto omega observador. el sujeto no es el lector en sí, sino una potencia, una función que puede ser asumida por cualquier sujeto. esto se debe a que, como lo señala Ezquerro, "en un texto literario el destinatario es múltiple e indeterminado, total o parcialmente. Claro está que hay textos literarios que han sido escritos para un público más o menos determinado: la literatura para niños, el teatro libertario, la novela rosa. Sin embargo, se trata de un sector más o menos amplio de la sociedad, en ningún caso se trata de sujetos precisos". En conclusión, el sujeto omega tiene su lugar en el texto, inscrito en él como función y no como sujeto.
A diferencia de lo acostumbrado, el sujeto omega debe tener un papel activo, creador en el proceso de des codificación interpretación de un texto. Toda lectura implica un reto de vincular el texto nuevo con otros anteriores, así un texto que se parezca a otros será recibido más fácilmente que uno que sea original y nuevo.
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